El argentino se quedó con el título de Grand Slam en tenis sobre silla de ruedas por primera vez en su carrera en un resultado sensacional. Fue ante el inglés Gordon Reid en dos sets. Fernández no escondió su alegría.
Hay momentos en la vida de los deportistas que son únicos, irrepetibles. Eso debe pasar por la cabeza de Gustavo Fernández, quien cumplió el gran sueño de adueñarse de este imponente Grand Slam, que hasta aquí le era esquivo. Pero la espera terminó y el representante nacional se alzó con el trofeo.
La definición fue ante el complejo jugador inglés Gordon Reid, quien no le puso las cosas para nada fáciles. El cordobés tuvo que batallar para hacerse con una final histórica. En el primer set, apenas sacó una luz de ventaja ganando 7-6 (7-4). Ya en el segundo parcial, la resistencia del rival fue menor y Gusti resolvió claramente con un contundente 6-1.
Es el primer título de Grand Slam a nivel individual, aunque cabe recordar la conquista de Wimbledon en 2015 en dobles. Además, disputó la final en Australia en el año 2014, cuando estuvo cerca de hacerse con el trofeo al caer en la final.
En semifinales, tuvo que lidiar con Shingo Kunieda de Japón, pero supo superarlo en sets corridos, dejándolo atrás por 6-3 y 6-2. En tanto que Reid, doblegó en la misma instancia al gran favorito de todos, el francés Stéphane Houdet (6-3; 6-4). Fernández además, había derrotado en cuartos al sueco Stefan Olsson por 6-1 y 6-3.
Tras conseguir el tan ansiado título, el argentino se expresó en las redes sociales y, aunque fue escueto, describió el significado de este logro: «Completamente desbordado de emoción. Una obsesión que se hizo realidad. ¡Campeón de Roland Garros 2016!».
Y así se analiza. Es la primera vez que un argentino conquista este título y se festeja de una manera especial. Con apenas 22 años, ya logró su primera victoria en este tipo de torneos en un nivel fantástico que puede llevarlo a seguir sumando alegrías.
