En esta ocasión, el ENARD se trasladó a Ushuaia, Tierra del Fuego, para presenciar las evaluaciones en el extremo sur de la Argentina. Sólo dos palabras pueden describir lo que se siente al ver el esfuerzo de los chicos: orgullo y emoción.
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Esta región presenta sus dificultades particulares relacionadas con el clima, por lo tanto, no es tarea sencilla encontrar lugares propicios para desarrollar los diferentes testeos que exige la Evaluación Nacional de la Aptitud Física que impulsa el ENARD. El frío extremo, el hielo adherido en los pisos y la nieve, ausente por estos días, hacen que sea imprescindible utilizar instalaciones bajo techo y calefaccionadas. Desde luego que no es algo fácil de conseguir, especialmente por la necesidad de contar con una superficie de 50 metros (más el espacio de frenado) para la prueba de velocidad.
El avión de Aerolíneas Argentinas despegó en Buenos Aires a las 5:35 hs. de la madrugada, llegando bien temprano para que el día rinda al máximo. A las 9:00 hs. puntual arribamos al aeropuerto Malvinas Argentinas y allí nos esperaba Valeria Cemino, evaluadora de la región. La primera noticia no fue la mejor, la cita estipulada para la mañana había sido cancelada por falta de calefacción en la escuela, un problema recurrente con el que los evaluadores de la zona tienen que lidiar.
Luego, pasamos a buscar a Marcelo Chilotti, profe oriundo de Punta Alta, provincia de Buenos Aires, radicado aquí desde hace varios. Más de 3.000 kilómetros lo separan de sus pagos de origen, curiosamente, los dos puntos unidos por la Ruta Nacional N°3.
Entre mates y facturas, conversamos algo más de una hora sobre los detalles del trabajo realizado y de lo poco que falta para finalizar la tarea. Si bien no es un territorio muy extenso y poblado, el clima es el enemigo número uno para cumplir con la planificación estipulada. Los días son muy cortos a esta altura del año, el sol comienza a salir alrededor de las 10 de la mañana y se esconde cerca de las 5 de la tarde, pero nunca llega a calentar lo suficiente como para derretir el hielo que se adhiere sobre las veredas y atenta contra el equilibrio de los turistas que caminan distraídos por el paisaje.
Al llegar al primer destino, luego de recorrer un camino de increíbles postales que obligaban a gatillar la cámara sin descanso, nos encontramos en el gimnasio del Ushuaia Rugby Club con Lucas Doffo, otro de los evaluadores que junto a Valeria, Marcelo y otros dos profes más, son responsables de realizar las pruebas en la región.
Hoy era el turno de tres grupos de varones del Colegio Nacional, ya que las chicas tenían su día previsto para la próxima semana. Nos causó curiosidad la presencia de Sofía, única mujer entre 45 chicos. “¿Por qué era evaluada en este día?”, preguntamos. La respuesta resume lo que ha generado esta iniciativa en todo el país: Sofía tenía que irse de viaje en muy pocas horas, pero de ninguna forma quería perderse la posibilidad de participar, de poner a prueba sus aptitudes deportivas sin que nada se lo impida, ni siquiera las vacaciones con la familia.
Así fue que trascurrió la tarde, con la participación de todos los chicos con absoluto compromiso y gran entusiasmo. Los evaluadores, con una organización impecable, explicaban técnicamente cómo se debían realizar las pruebas, enumerando los objetivos y la importancia que tiene este programa para el crecimiento de nuestro deporte. Bajo la mirada de los profes y los aplausos y gritos de aliento de sus compañeros, fue notable ver como la mayoría de ellos se esforzaba para hacer más flexiones, saltar más alto o para correr más rápido.
Seguramente haya sido una evaluación más entre cientos que se llevan realizadas, pero resulta esperanzador ver a los chicos y chicas nacidos en los años 2000 y 2001, a lo largo y ancho de nuestro país, hablar y protagonizar la revolución del deporte argentino.
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